Historia del Seguro
La historia del seguro tiene sus orígenes en tiempos muy remotos. Su aparición y desarrollo está aparejado a la evolución de las diferentes formas de organización social. En un principio de partió de formas de seguro no monetarias, las cuáles carecían de bases técnicas ni jurídicas. Se basaban principalmente en un sentimiento de solidaridad ante posibles eventualidades. Se basaba en la teoría de distribución de riesgos.
Podemos comentar diferentes formas muy primitivas de aseguramiento que cubrían malas cosechas. Más adelante en la Edad Media, el almacenamiento de cereales en templos y graneros eran cubiertos repartiendo el riesgo entre los grandes señores. Una de las funciones sociales que cumplían estos excedentes era su distribución o venta en tiempos de malas cosechas o penuria. Además se comprometían a la prestación de ayuda mutua en casos de enfermedad, incapacidad o muerte entre ellos. Podemos encontrar en estas actuaciones las bases de muchos tipos de seguros que han llegado a nuestra actualidad como los seguros de fallecimiento, invalidez, etc.
Documentalmente, el primer sistema de aseguramiento propiamente dicho, es el seguro marítimo durante la Edad Media. Este tiene su aparición en el Mediterráneo y su necesidad derivaba del desarrollo del comercio marítimo. Consistía de una manifestación de seguro privado, donde ya se aprecia un afán de lucro de los aseguradores.
Las primeras compañías de seguros surgen en los siglos XVII y XVIII en Inglaterra. La moderna sociedad industrial, basada en el individualismo y la reducción del entorno familiar, obliga a las personas a buscar la protección mediante fórmulas legales contra los riesgos personales y patrimoniales derivados del progreso tecnológico.
(Sala de Lloyds S: XVIII)
Desde el punto de vista macroeconómico, la institución del seguro proporciona dos grandes aportaciones:
- Estímulo de la inversión. Según Kenneth Arrow, que consiste en el desplazamiento del riesgo que supone el seguro. Esta fórmula resultó muy útil desde y conllevo a un aumento de la inversión debido a la minimización de los riesgos que estas suponían. Ya que, en ausencia de actividad aseguradora, el volumen de inversión sería menor y en definitiva disminuiría la renta y el bienestar de la población.
- Además contribuye a evitar desigualdades. Los seguros evitan los empobrecimientos extremos como causa de fallecimiento o siniestros, contribuyendo así a una mayor equidad económica.